Stephanie Elías Musalem (Directora de Contenidos de CIP)
El mismo día que la Corte Internacional de Justicia dictaminó las seis medidas que Israel debía cumplir en el marco de la acusación de genocidio interpuesta por Sudáfrica, este acusó a 12 funcionarios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) de participar en el ataque del 7 de octubre perpetrado por Hamás.
De forma inmediata la agencia de refugiados terminó los contratos de los acusados y ordenó una investigación. A la fecha no existen evidencias concretas que prueben la implicancia de estos funcionarios. Sin embargo, de forma inmediata, una ola de países, empezando por Estados Unidos, anunció el fin del financiamiento a la principal fuente de ayuda humanitaria para los palestinos en Gaza.
La suspensión del financiamiento se produce en el marco de la peor crisis humanitaria en la historia de Gaza: 1,4 millones de personas están hacinadas en la gobernación sureña de Rafah, donde la mayoría vive en estructuras improvisadas, tiendas de campaña o al aire libre.
Esta supuesta zona segura es igualmente atacada por el ejército israelí. No hay lugar donde refugiarse en la Franja. A eso hay que sumarle los desplazamientos forzados continuos, el hacinamiento, el casi nulo acceso a servicios de salud (luego de que Israel bombardeara casi todos los hospitales en Gaza), la propagación de enfermedades e infecciones y, por supuesto, la falta de alimentos y agua potable provocada por el corte de suministros de Israel.
“Es difícil imaginar que los habitantes de Gaza sobrevivan esta crisis sin la UNRWA”, señaló Thomas White, director de Asuntos de la UNRWA en Gaza y coordinador humanitario adjunto de la ONU para el Territorio Palestino Ocupado.
Por su parte, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, anunció que si estos países no reconsideran su decisión, la agencia podrá operar solo hasta fines de febrero. Si ya los palestinos están muriendo de hambre, sed y frío con el bloqueo de ayuda humanitaria israelí, sin el apoyo de la UNRWA, la aniquilación de los gazatíes está garantizada.
La lista de países que han suspendido su apoyo es larga e incluye a los principales financiadores de la agencia de refugiados, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Alemania. Estos Estados sostienen que hasta que no se resuelva la investigación de los 12 funcionarios de la ONU, mantendrán suspendido su apoyo, pero los palestinos no pueden esperar.
En lugar de evitar las acciones genocidas del Estado de Israel, estos países están contribuyendo a la muerte por hambre y enfermedad de millones de personas. Todo esto mientras se niegan a responsabilizar a Israel de las acciones que está perpetrando en Gaza. La suspensión de la ayuda financiera a la UNRWA es un capítulo vergonzoso en la historia de la humanidad.
Dos narrativas
Este tema también divide al mundo en dos narrativas opuestas. Mientras hay quienes analizan esta situación como un desprestigio para la ONU y retiran su apoyo al único organismo que ha garantizado la sobrevivencia de los palestinos, países como Noruega, Irlanda, Luxemburgo y España han señalado que, en medio de esta catástrofe, seguirán financiando a la agencia. España incluso anunció que triplicará su financiación.
Por su parte, Noruega acaba de postular a la agencia de refugiados para el Premio Nobel de la Paz 2024. Detrás de esta postulación está Bjørnar Moxnes, líder del partido político Rødt (Izquierda Roja) de Noruega, quien, como miembro del parlamento de ese país, tiene la capacidad de nominar candidatos para este galardón según las normas establecidas por el Comité Nobel.
Días antes, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se pronunció a favor de que la UNRWA obtenga este reconocimiento por su labor humanitaria.
«Creo que si alguien debe recibir ese premio es la UNRWA (…) Centenares de sus miembros han sido asesinados en los bombardeos a Gaza y aun así, en medio de las bombas y la barbarie, han ayudado a centenares de miles de niños, mujeres y ancianos palestinos», publicó en su perfil en la red X.
Origen y misión de la UNRWA
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo fue fundada en 1949 tras el Nakba (catástrofe palestina), ocasionada tras la formación del Estado de Israel, quien, con la implementación del plan Dalet, fue responsable del desplazamiento forzado de 750 mil palestinos. Estos refugiados tuvieron que reubicarse en otras zonas dentro del territorio y en países vecinos como Jordania, Líbano y Siria.
La UNRWA lleva a cabo la misión titánica de proporcionar ayuda y protección a los refugiados palestinos hasta que se encuentre una solución duradera a su situación. Estos servicios incluyen educación, atención médica, ayuda humanitaria, infraestructura y mejoras en campamentos, así como programas de microfinanzas para promover el desarrollo económico.
Actualmente, los palestinos representan el 17,4% de todos los refugiados del mundo. Su situación es tan compleja que fue necesario crear una agencia exclusiva para ellos. El resto de los refugiados del mundo son atendidos bajo el paraguas de ACNUR. Actualmente, la UNRWA atiende las necesidades de 6 millones de palestinos, debido a que considera como población refugiada a los descendientes de los primeros desplazados, cuyas familias, 75 años después, aún no han podido regresar.
La UNRWA emplea a 30 mil personas, la mayoría de las cuales son refugiados palestinos mismos. Estos empleados trabajan en una variedad de funciones, incluyendo educación, salud, servicios de emergencia, infraestructura y administración. Así, la UNRWA es también uno de los mayores empleadores en Oriente Medio, particularmente en los territorios palestinos.
Conflicto entre la UNRWA e Israel
El descontento de Israel con la UNRWA no es novedad. En varias ocasiones ha expresado su intención de sacarlos del territorio. Israel acusa a la UNRWA de perpetuar el conflicto al mantener el estatus de refugiados de la descendencia palestina en lugar de reubicarlos en otros territorios.
Adicionalmente, Israel acusa a la UNRWA de permitir que sus colegios, hospitales y centros en general sean utilizados como bases militares por Hamás. Sin embargo, la condena de la UNRWA a Hamás ha sido siempre contundente y, cada vez que surgen acusaciones, la agencia toma acciones inmediatas.
La realidad es que la mera existencia de la agencia de refugiados palestinos es incómoda para Israel, porque les recuerda constantemente la crisis humanitaria que han provocado en la población palestina.
La UNRWA rompe la narrativa víctima de Israel. Actualmente, lo único que se interpone en el plan de exterminio, limpieza étnica y desplazamiento que impulsa Israel en la Franja de Gaza es la presencia de esta agencia de la ONU en el territorio y que a fines de mes podría desaparecer, dejando a los gazatíes a merced de la crueldad del Estado sionista.
Publicado por El Desconcierto